EL TOMATE Y LAS DOLENCIAS ARTICULARES.
El consumo frecuente del tomate no resulta muy indicado a personas que padezcan problemas de articulaciones.
Los tomates son unas verduras pertenecientes a las solanáceas, un grupo que también incluye a las patatas, las berenjenas, tabaco y a los pimientos. Las verduras solanáceas contienen compuestos químicos llamados alcaloides, además de contener una sustancia llamada solanina, que interfiere con las enzimas musculares y se asocia con molestias en las articulaciones.
En el caso de los tomates las zonas verdes de estos contienen más alcaloides que las zonas maduras y al cocinarlos (en cocción) se reduce un 50% de concentración de alcaloides.
Si se consumen se recomienda que sean de origen de la agricultura ecológica para evitar grandes concentraciones de pesticidas y demás tóxicos añadidos.
Para ayudar a reducir la inflamación en enfermedades reumáticas podemos consumir alimentos ricos en grasas monoinsaturadas y en grasas poliinsaturadas como los aguacates, aceite de oliva, semillas de lino, de girasol, nueces, los aceites de pescados (omega 3 ) ... etc. y evitar otros alimentos como los lácteos de origen animal (leche de vaca y derivados).
Ya lo decía Hipócrates hace más de 2000 años (Grecia, siglo V a.C. - Siglo IV a. C., considerado el padre de la medicina moderna.): "Haz que tu alimento sea tu medicina y que tu medicina sea tu alimento".
No hay comentarios:
Publicar un comentario